SACRED OATH es un banda que más o menos se oyó de ellos hace unos años cuando Sentinel Steel reeditó en cd su disco debut. No hubo mayor aspaviento por tal hecho. Pero se ve que fue suficiente como para que les diera ánimos para reformarse y sacar un nuevo disco, el cual, no desmerece nada. Como se esperaba, el material presentado es Heavy Metal del típico, ochenteno. Obviamente que se le oyen cosas más actuales, pero la esencia sigue ahí. Y era de esperarse pues el núcleo del guitarrista/vocalista Ron Thorne y el baterista Kenny Evans es la que se mantiene como la fuerza que anima al grupo. Los bríos relucen en muy buenas canciones como “Queen of the Night”, “Death is inevitable” o “Battle cry”. Lo que si no podemos esperar es que haya gran originalidad en los títulos, pero el grupo hace que las canciones suenen muy bien, sin descubrir el hilo negro. Hay cosas atractivas en las canciones que no las hacen aburridas, pero eso sí, no esperen encontrar aquí Speed Metal o cosas a mucha velocidad, sólo Heavy Metal sin compromisos. En resumidas cuentas, este disco será la delicia de aquellos pocos que aún se emocionan con el Metal gabacho del tipo de ATTACKER, por ejemplo. Muy buen disco pese a que tiene un par de canciones no muy animadas.
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