Lo que nace podrido, crece podrido, y muere podrido. Así es SEXTRASH, podrido hasta los huesos y no ha cambiado. Con apenas este su tercer disco en casi 20 años (bueno, seguro nunca se imaginaron que grabarían un tercer disco), el grupo regresa a la carga son su perversión. Más o menos como pasó con VULCANO y su último disco, SEXTRASH se beneficiaron con una mejor producción que les mantuvo esa bestialidad al tocar, pero con calidad suficiente para competir en el mundo del Metal, lleno de bandas que no pasarán de un disco. El que haya co-producido el disco el bajista de SARCÓFAGO puede prestarse a que el álbum sonara muy en la línea de del dúo brasileño, sin embargo creo que este cd supera a los últimos trabajos de los SARCÓFAGO. Empezando con que usan el baterista humano y no una máquina. Igual no es DD Crazy el que le pega a los tambores aquí, pero Quake lo hace bien, yendo de lo súper veloz a pasos más rítmicos. “Suck me” y “Brutal sex” abren el disco con hostilidad y les sigue el ejemplo malsano “Maze of the Dams madness, mientras que rolas como “Possessed by cruelty” o “Fuck it all” son más lentas o pausadas, pero muy Thrash. De hecho esa batería ultra veloz aparece no pocas veces. En conjunto el estilo es muy similar a lo que se oyó en su celebrado disco “Sexual carnage”, así que si les gustó ese atasque de decibeles y perversiones, este disco les debe de gustar mucho. Por cierto, según yo sólo queda un miembro original del grupo, que viene a ser el bajista Krueger. Yo sí lo recomiendo, pero sólo a adoradores del Metal brutal y podrido de Brasil.
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