Este
es el tercer álbum de esta agrupación que ha luchado constantemente para
mantenerse vivo después de múltiples contratiempos, entre ellos el incesante
cambio de integrantes. Distinguiéndose por un estilo que conjuga el heavy
metal, con letras aguerridas cantadas en español (excepto un tema), el grupo
ofrece esas mismas características en este nuevo disco. Sus textos los acercan
a lo que hacen varias de las bandas argentinas y españolas (no por nada hacen
un cover de Hermética), o sea temas de actualidad y de problemática social,
tópicos que en el Metal mexicano son no muy usados. El disco no ofrece cosas
muy sorprendentes en ningún aspecto, lo cual es algo no bueno si se toma en
cuenta lo competitiva que es la escena del Heavy metal, no sólo en México sino
en el exterior también. Miguel Ángel se hace cargo de las vocales como siempre,
sin embargo creo que su voz no logra dar el ancho, especialmente en momentos
claves donde hay que subir de tono. Por otro lado, la música y los músicos son
competentes, pero como dije, el disco requiere más y mejores rasgos que lo
hagan trascender. Más temas con la intensidad de Devorando el asfalto les harían mucho mucho bien, además de que los
haría de inmediato un grupo para ponerle harta atención. Los textos son muy
interesantes, si es que no te clavas en líricas acerca de tripas o de guerreros
medievales.
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