Y después de toda una carga de Doom y pesadumbre, nos topamos con estos japoneses que se tomaron varios años para sacar este su tercer disco. Yo hasta pensé que ya se habían desintegrado. Qué bueno que no. Paralos que no los conocen, el estilo es diferente a METALUCIFER y por consiguiente son propuestas muy diferentes, ya que HELLHOUND se acerca al Speed Metal y al Heavy Metal clásico europeo, mientras que los otros se sienten herederos de toda la Ola Británica. El disco es dinámico y llama la atención desde el primer momento con cortes de diferentes velocidades como “Metal Fire from Hell” y “Headcrusher”. Más directa y con un macisísimo doble bombo, ataca como perro rabioso “Heavy Metal Highway”. Por la voz y el estilo de algunas cosas, viene a la mente tan intocables dioses del Metal como ACCEPT, y eso para nada es un insulto, de hecho es un elogio. Totalmente rockera, ultra clásica en sus riffs y su paso medio es “Heavy Metal education”. Aguerrida, movida se ensaña con nuestros oídos la excelente “Metal Psycho”, todo un ataque de Speed Metal de alta manufactura que a los europeos ya se les olvidó cómo hacer. Hay similitudes con bandas como ENFORCER o los compatriotas de VOLTAX. Buen Metal que retoma de manera natural el real Heavy Metal de raíz alemana. Otra gran rola es “Change the World”, de coro que se le queda a cualquiera pegadísimo en la cabeza, típica rola para corearla en vivo. El disco tiene un total de ocho canciones, de las cuales ninguna está debajo del nivel promedio del grupo, o sea, de alta calidad. Estos muchachos deberían de ser más activos, pues por eso no mucha gente les hace caso. Si le pusieran más atención a ese detalle, ya le hubieran dado la vuelta a METALUCIFER desde hace mucho. Buen disco ciertamente aunque la portada no le ayude mucho.
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