Este es un grupo algo contrastante, o si se quiere ver de otra manera, es un disco muy completo. Por un lado hay rolas de total Power Metal a velocidad y por el otro. cosas comerciales no-agringadas. No yendo tan lejos nos recibe la excelente “No one’s crying”, fina pieza de Power/Speed que nos hace mover el cráneo repetidamente. Luego asoma “Changing the direction”, con algunos teclados y coros que se le quedan a uno en la mente. Por el estilo va “Struggling along”, que es un poco más heavy que la anterior y no deja de tener ese peligroso acercamiento a lo comercial, que al final de cuentas no tiene nada de malo ahora, pero que hace 20 años era anatema. Con un paso alegre, movido cierra el lado A “Fly away”, de típico coro pegajoso, cosa que pasa exactamente lo mismo en “Upright smile”. Buenas rolas, para ponerte de mejor humor. La voz de este Luca no era de privilegiados, pero tenía la gracia de ser muy propia y que se amoldara a las rolas melódicas o las rudas. Y hablando de rudezas, “The song of evening” es una locomotora que en ningún microsegundo pierde el paso demoledor, y eso que trae unos teclados discretos por ahí metidos. Puro headbanging aquí. De plano balada es “Alone again”, nada mal pero no tiene nada que hacer junto a la destructiva a total velocidad “Thundergods”. Después de llenarse de poder con esa megarolota nos dan el bajón de la manera más fea con otra balada “Shining”, que no es la gran cosa y bien pudieron habérnosla ahorrado. Muy buen disco. Como habrán leído en algún número anterior del fanzine, el grupo está de vuelta y con disco nuevo. Lo bueno es que se mantiene en el Heavy Metal y no se mutaron en pendejadas extrañas como varios lo han hecho.
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