Varios dicen que está de moda que los grupos viejos regresen. Eso puede ser cierto, pero cuando grupos como CRYING STEEL regresan con un disco como este, ciertamente se agradece. Aquí no está la errada idea de que la evolución es cambiar de sonido o estilo, si no de tocar mejor Heavy Metal que es precisamente lo que hizo esta banda italiana que está compuesta por casi todos sus integrantes originales, comandado por el experimentado guitarrista Alberto (ex DEATH SS) y el vocalista Luca. “Kill them all” (título poco origina, sin duda) es un Speed Metal poderoso que si bien tiene melodía, no deja de ser agresivo y potente. “Over my sins” y “Raptor” son dos piezas de muy bien tocado Heavy Metal, que tiene mucho del estilo del grupo de sus primeros años. La producción está impecable. Por ahí se cuelan ciertas influencias alemanas en las rolas, como por ejemplo RUNNING WILD, pero CRYING STEEL sabe imprimirle su estilo propio y para nada es fusil. Doble bombo poderoso y riff cortantes, un poco en la idea de “Painkiller” aparecen para provocar el headbang en “Next time don`t lie”, excelente rola que nos hace recordar que el Metal es energía no canciones aburridas. Muy rockers son “Let it down”, “Three times” y “Night owl”, canciones que seguramente no le agradará a los nuevos fans del Metal que reniegan del rock como la base del Heavy Metal. “Hands high” es otra rola a doble bombo poderoso y su coro que nos arenga a subir el puño y gritar fuerte; nomás le faltó un solo de guitarra más largo. La última rola “Agony” es la que está levemente más abajo del nivel promedio de este disco, pero aun así es un gran corte. Buenos coros que se quedan grabados en la mente, balanceado, excelente ejecución, energía y poder. A este disco básicamente no le duele nada. Igual lo único malo es que cuesta un huevo conseguirlo, porque no tiene distribución muy buena fuera de Italia, y de hallarlo es caro.
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