Este es apenas el octavo disco en su
carrera de más de 30 años, y las cosas
siguen má so menos en el mismo tenor, y me atrevería decir que con mejores
resultados que en su disco anterior Invictus. Lo bueno es que el Speed sigue,
el Thrash sigue, aunque no dominan, pues las canciones son variadas. Lo malo es
que, Necronomicon, como casi todos los grupos de hoy en día sufren con la
producción. Y no me refiero que esté chafa, al contario, está muy bien, sin
embargo suena genérica, y eso le quita personalidad. Es justo lo que le ha
pasado a otros tantos grupos. Pero la música, que es lo más esencial, está muy
bien. Y de hecho a veces me recuerda a lo que hicieron en su disco Escalation.
Lo que se puede decir también es que este disco se escucha con algo más de
melodía, y eso remite un poco al escucha a las bandas teutonas de Power Metal,
pero con la característica voz de
Freddy, que por cierto es el único miembro original desde hace ya algunos años.
Hay momentos en que el disco decae pues los temas son muy largos (el más corto
es de casi cinco minutos), pero con ataques sónicos como Pathfinder... o Betrayed la agresividad Thrash está garantizada. No es lo máximo, pero yo
creo que sí supera a varios discos del estilo.
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