Ya desde el “New testament” uno podía intuir, sospechar que EXCITER no iba a quedarse así nomás, chiflando en la loma mientras que sus imitadores se llevaban la gloria que a esta banda le corresponde. Puro poder hay aquí, como el título lo dice claramente. El sonido que lograron en su disco anterior lo mantuvieron aquí, y es por eso que uno recibe una vorágine de decibeles saturados con poderosos temas como “Massacre Mountain” y “Thrash Speed Burn”. Como no todo es velocidad, hay canciones rockers que no pierden medio milímetro de poder, y ese es el preciso caso de “In mortal fear” y “Hangman”. Hay momentos que me parece que la voz del nuevo recluta Kenny quedó un poco atrás, o probablemente la guitarra de John algo arriba. Supongo que no les fue tan difícil lograr la pesadez de “Crucifixion” con ese sonido masivo de guitarra que traen, aunque por ahí hay algunos riffs algo sospechosos que no se notan tanto debido a la mezcla. “Demon’s Gate” nos lleva al legendario “Violence and force”, pues su hechura es muy similar a lo que uno se topó en ese discote esencial. Aunque “Evil omen” es una canción que mantiene las características generales de este disco, no me prendió mucho que digamos, será por el coro tan insípido que tiene, que poco más o menos es lo que sucede con “Betrayal”. Muy vital con su doble bombo es “The Punisher”, que es el preámbulo para que entre “Rot: The devil king”, una de las mejores del disco. Igual lo que podría reprocharle al grupo es que no hay mucha variedad en el disco, y las canciones pueden parecerse entre sí. Es más, faltan contundentes solos de guitarra. La producción no es de altura, está algo saturada, igual de ahí se debe que el disco se vuelva algo monótono. Aun así, con este disco dudo que haya quien crea que EXCITER es una banda que vivió a la sombra de METALLICA y ANTHRAX, pues como sabemos, éstos dos hace mucho que sacaron el cobre y están lejos de lo que se puede llamar Heavy Metal, mientras que EXCITER simplemente lo refrenda.
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