En la década de los 80, la época "dorada" del Heavy Metal, muchos discos que fueron lanzados y que ahora son alabados, no les fue tan bien como debieran entre los fans y la prensa debido a varios factores. Aquí se les menciona unos cuantos.
Heaven’s Gate: Livin’
in Hysteria 1991. Siempre
a la sombra de Helloween y Blind Guradian, este quinteto tuvo la osadía de
grabar un clásico, que, sin dificultad alguna, eran tan bueno como Walls of
Jericho o Tales from the Twilight World. Las circunstancias por las que el
disco pasó sin mayor notoriedad, me son desconocidas, pero lo que es muy claro,
es la calidad indiscutible de canciones de típica manufactura germana como Livin’
in Hysteria, We Got the Time, The Gate of Heaven. Había desde Speed Metal,
hasta baladas muy bien hechas. En sí todo el disco está excelente, incluyendo la
producción. Gran disco y gran banda que debió de estar al nivel de popularidad de Gamma Ray al menos, auque hayq eu aceptar que después torcieron el camino de manera horrible.
Stormwitch: The Beauty
and the Beast 1987.
Igual que en el caso de Heaven’s Gate, estos fueron simplemente
ignorados, incluso vilipendiados por la prensa. Las críticas del subterráneo se
volvieron incisivas con este, su cuarto disco. Muchos dijeron que se habían
vendido, lo cual se debe de entender ahora como que se hicieron fresas. Nada
más falso. Puede ser que la producción les diera un toque más comercial, pero
en canciones a todo speed como Cheyenne, la piratezca Tigers of the Sea o las
épicas Emerald Eye o Russia’s on Fire, no había otra mejor manera de ser
producidas, y no sólo eso, sino bien producidas. Gran disco como todos los del
grupo, no se puede dejar pasar.
Madmax: Night of Passion 1987. Definitivamente metieron un susto
enorme al sacar este disco. Hasta yo me espanté: todo parecía ser orientado al
glam fresísisima estilo gringo. No estaba tan lejos de la realidad, sólo que,
el material obtenido era de gran calidad, sin llegar a los niveles melosos y de
afeminamiento tipo Poison, por ejemplo. Incluso hay canciones veloces, muy
Speed Metal, junto a otras de paso medio, pesadón, además de las respectivas
dirigidas a la radio. Probablemente no es tan excelso como discos clásicos como
Rollin Thunder o Stormchild, pero vale la pena para los fans del Metal melódico
y pegajoso.
Living Death: Protect
from Reality 1987. A
pesar de que es una de las bandas insignia en el Speed y Thrash teutón, este
disco, el más potente y veloz de todos los del grupo, ha sido relegado por detrás de los clásicos
Vengeance from Hell y Metal Revolution, que a su vez, son los que mejor
distribución tuvieron, y supongo que de ahí el que este discazo no se le
conozca ni se le reconozca mucho. Total potencia y devastación hay en Horrible
Infanticide o Vengeance, mientras que la instrumental Wood of the Necrophiliac
es un despliegue de la técnica que el grupo tenía, pero que no demostraba mucho.
Total Speed Metal alemán. Es una pena que nunca llegaron a las primerísimas ligas, en la que está Destruction, Kreator y Sodom, por ejemplo.
Mekong Delta: Music of
Erich Zann 1988. En
una época en la que los guitarristas virtuosos estaban en boga y en la que
todos creían que el mayor derroche de técnica la tenía Metallica o Megadeth, el
que surgiera un grupo como Mekong Delta no importaba mucho, salvo para algunos
cuantos habitantes del subterráneo metálico de la época. En extremo técnico y
en extremo potentes, este enigmático grupo llevó a un nuevo nivel los
experimentos que alguna vez hizo Deep Purple con su disco para grupo y orquesta
con su Interludium. Y sin sacrificar en lo absoluto el poder y la agresividad
del Speed y el Power Metal, Mekong Delta se da el lujo de aplicar toda la
técnica con guitarras centelleantes, un bajo poderoso y una batería tipo tren
bala. Ejemplos claros son cortes mortales como Age of Agony, Memories of
Tomorrow o True Lies, que contrastan con lo pesadísimo de I, King, Will come o
la espacial Epilogue. Vale la pena
reconsiderarlo y entender que no sólo en Estados Unidos se hacía Metal técnico.