Podría decir, y hasta afirmar que KATEDRA era una banda única. La mezcla de Power Metal rápido con cosas atmosféricas y voces operísticas, los hacen ser un grupo adelantado a su tiempo, pero como eran Lituanos, no muchos les hicieron caso. Al escuchar la intro “Mors Ultima Ratio” uno se da cuenta que lo que tiene puesto en el tornamesa no es un disco usual. Es una entrada que mezcla lo místico con lo épico y el Metal, para llega a un clímax. Le sigue el veloz Power Metal de “Smeklos”, y su contraste, la emotiva “Requiem mamai”, donde la voz de Povilas luce sus posibilidades en agudos y graves. Estos dos guitarristas, Romas y Ricardos le daban clases a varios fantoches, sobre todo gringos que no saben lo que es el feeling. “Duasiu Selsmas” es una rola de matices, sobre todo vocales, pero si uno se fija en el trabajo de guitarras, notará que es de inspirados, y eso de demuestra en la fabulosa instrumental “Feia” que abre el lado dos del disco. Para desgracia de las bandas de los países Bálticos, los Alemanes eran los que se llevaban el crédito y bandas coo KATEDRA, BLACK COFEE o ARIA se les ignoraban. “St Vitus” está excelente, sin nada objetable, con su parte a paso medio y después su acelere en los solos de guitarra, cerrando de esa manera esta canción de epopeya. “Pilnatis” es una rola que está a manera de interludio, y que bien pudieron explotar más para que fuera toda una canción entera, pero no lo hicieron y metieron otra gran canción que es “Budelis”, otra epopeya de más de cinco minutos de duración que no aburre ni causa tedio, pues está llena de matices, casi como pintura barroca. Magistral cierre del disco es “Mors Ultima ratio”, que no tiene mucho que ver con la intro. Esta es velocidad pura que invita a mover la cabeza. Así es como el Power Metal se tiene que hacer. Sin dudarlo una de los secretos mejor guardados en Europa del Este junto con los albanos de THUNDERWAY y los polacos CETI.